Bonn es una oda a la alegría.
Los habitantes de Bonn no llaman emperador, científico, poeta o político a su hijo mayor. Es músico y visionario. Ludwig van Beethoven es una figura y una fuente de inspiración para la ciudad. La música conmueve, y la ciudad también. Bonn une a la gente, es local e internacional, y ha puesto en marcha la democracia en Alemania. La ciudad tiene más de 2.000 años, y mucho futuro por delante.
La serenidad es la baza. La alegría de vivir es el principio.
Con unos 330.000 habitantes, Bonn es una ciudad de tamaño medio y combina las comodidades de una gran urbe con la irresistible proximidad de la naturaleza. Aquí un programa cultural y musical muy amplio y sofisticado, aquí el Rin, las Siebengebirge, el Eifel y el Ahr. Aquí la internacionalidad con gentes de 179 países, aquí la apertura renana. Aquí la buena oferta de escuelas, guarderías, instalaciones de ocio y transporte público, allí la vida tranquila en buenos barrios. Aquí, la alegría de vivir renana con carnaval y muchos festivales, allí, mucho espacio para la paz y la relajación.
Como la vida, como el trabajo.
En Bonn no son opuestos, sino fuentes de vitalidad y alegría de vivir. Bonn tiene mucho que ofrecer y es una ciudad con muchas tareas. No todo funciona a la primera. Pero los habitantes de Bonn encuentran buenas soluciones para todo. Tanto a nivel personal como en el trabajo. La ciudad tiene una gran calidad de vida y de trabajo. Porque al igual que se vive en la ciudad, también se trabaja para ella. Cualquiera que trabaje para la ciudad de Bonn sabe por qué. Todos nos preocupamos por mantener la ciudad habitable y amable. No siempre es tarea fácil, pero siempre es un reto apasionante.